El bullying se resuelve en casa Parte II
La semana pasada compartí con ustedes mi opinión acerca de cómo el comportamiento de intimidación se generaba, pero también se terminaba en el hogar.
La semana pasada compartí con ustedes mi opinión acerca de cómo el comportamiento de intimidación se generaba, pero también se terminaba en el hogar.
Hace algunos meses me puse a reflexionar sobre un asunto que, de verdad, no creía posible. Y me preguntaba si sería factible que el ser humano como tal estuviera en peligro de extinción; y si no el ser humano, sí las relaciones interpersonales como las habíamos conocido hasta ahora.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto, me ha dado el sonido y el abecedario... ¿quién no recuerda este bello canto de la chilena Violeta Parra, que después de tantos años sigue siendo interpretado por las nuevas generaciones? ¿Será que no pierde vigencia porque, algo tan sencillo como el ser o mostrarse agradecido por las cosas y momentos de la vida, nunca pasa de moda, le hace tan bien al ser humano y cuesta tan poco?
La verborrea se define como la falta de capacidad por parte del individuo para guardar silencio; al mismo tiempo éste es condicionado por su necesidad de manifestarse verbalmente. La verborrea precisamente es uno de los elementos característicos en las personas que presentan rasgos de incontinencia verbal.
En una entrevista de radio el año pasado que me hizo David Wright, uno de mis directores editoriales, me preguntó: “¿Tú crees que el no ser felices obstruye a los seres humanos para alcanzar el éxito? Yo le contesté: Sí. Definitivamente, en mi experiencia, ser felices nos leva al éxito pleno como seres humanos y espirituales que somos y el no ser felices, nos detiene el el camino de alcanzar el éxito.